¿Qué es una “spin-off”? Muchos, fuera del ámbito científico y académico, preguntan extrañados. Este hecho no es más que el reflejo de que la también llamada Empresa de Base Tecnológica (EBT) es una realidad poco implantada y menos conocida, a pesar de las múltiples posibilidades que ofrece.

“Spin-off” es un término anglosajón que expresa la idea de la creación de nuevas empresas en el seno de otras empresas u organizaciones ya existentes, sean públicas o privadas, que actúan de incubadoras. Con el tiempo acaban adquiriendo independencia jurídica, técnica y comercial.

Conocida también como Empresa de Base Tecnológica, suele estar ligada a la universidad y contribuir a la transferencia de hallazgos científicos desde esta al sector social en forma de productos innovadores.

Ejemplos como el archiconocido Sillicon Valley, nacido por la acción de las Universidades de Stanford y Berkeley, en California, reflejan el despegue de esta práctica en Estados Unidos y el retraso de Europa y el área Iberoamericana.

Las OTRIS (Oficinas de Transferencia de los Resultados de la Investigación) universitarias, las incubadoras o viveros de empresas y los parques científicos y tecnológicos en los que se instauran. Todos ellos elementos básicos para el desarrollo de la spin-off.

 La iniciativa y la financiación inicial de estas “empresas” de nueva creación parte de la universidad, principalmente, aunque posteriormente puede entrar en juego capital privado. Polos y parques tecnológicos, incubadoras de empresas, Oficinas Universitarias de Transferencia de los Resultados de la Investigación (OTRIS) y patentes son los medios más usuales que tiene la universidad para traducir el conocimiento en posible mercancía.

Ya no se trata de que la investigación en las universidades sea eficaz sino más bien funcional para ser colocada en el mercado.

Los actores que intervienen en su origen son profesores, alumnos o personal administrativo y de servicios (PAS) con alta formación en investigación e interés por aplicar sus conocimientos a la creación de nuevos productos susceptibles de ser colocados en el mercado. Por tanto, la iniciativa es pública mientras se persiguen objetivos privados.

 En países del área iberoamericana, por ejemplo, las incubadoras de empresas y las spin-off ofrecen la posibilidad de crear empleo e inversión con el objetivo de compensar los efectos negativos del subdesarrollo. Iberoamérica se enfrenta al reto del subdesarrollo y la globalización. La ciencia y la tecnología son un arma que muchos consideran necesaria para lograr un desarrollo sostenible y así luchar contra la pobreza.