En julio de 2008, la CAM colocó en Bolsa un paquete “Cuotas Participativas” por valor de 155 millones de euros a un precio de 4´77 euros.

Esas “raras acciones ” de la CAM llamadas “Cuotas Participativas”, han sido la “ruina” de unos 54.000 inversores a los que un día se les encasquetó dicho “producto financiero”. En esta “ruina”, han tenido que ver no solo una CNMV “pasota” sino que también un Banco de España que miraba a otra parte no supervisando como es debido y unos políticos interesados en tapar sus vergüenzas.

El rumor de que la CAM podía estar muy tocada comenzó a circular hace unos tres años, pero ello no afectaba a la cotización de sus participaciones en Bolsa, que alcanzaban sus máximos históricos a primeros del mes de Noviembre del año 2.010, hace poco más de un año.

Las cuotas participativas de la CAM estaban supermanipuladas en Bolsa y de ello nos hicimos eco en numerosas veces en esta misma página de internet.

Desde aquellos precios: 7´40 €, las “Cuotas” fueron bajando y bajando hasta alcanzar los 0´88 € de hace un mes.

Tocados mínimos históricos la manipulación las hacía subir mientras los mejores informados soltaban y soltaban papel al mismo tiempo que los ludópatas compraban y compraban.

El mismo día que el Banco de España adjudicaba la CAM al Banco de Sabadell por un euro, los manipuladores colocaban papel con alzas del + 14 %. El Presidente del Sabadell advertía que las participaciones podrían no tener ningún valor, pero aún así las acciones cerraron con una subida del + 4 %. E incluso el jueves de esta misma semana las subieron otro + 4 %.

Y ayer, viernes 9 de Noviembre, la CNMV anuncia que para evitar el derrumbe del “valor”, que apuntaba caídas del – 30 %, suspendía la cotización de dichas “Cuotas Participativas”, dejando a miles de inversores colgados.

Matizando el Banco de Sabadell lo siguiente:

“Banco Sabadell adquirirá Banco CAM, pero como advierte en una nota que las cuotas participativas de CAM no fueron traspasadas a Banco CAM, el banco al que la CAM traspasó su negocio financiero.

“Tal y como está diseñado el proceso es de prever que las cuotas participativas no tengan valor económico significativo”, advierte el banco en su nota.

A cierre del tercer trimestre de 2010, los últimos datos disponibles, se calculaba en cerca de 54.000 el número de inversores”.

Y Josep Oliu, presidente del Banco catalán, concretaba:

“Las “Cuotas Participativas” son capital, pero previamente a la ampliación de capital se producirá una operación acordeón con lo que la “Cuotas” no tendrán ningún valor económico”.

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) aportará en dos fases un total de 5.300 millones de euros, que según Oliu “se destinarán mayoritariamente a sanear el balance de CAM”.

Posteriormente a esta ampliación de capital, el Banco Sabadell comprará “por un euro simbólico”, según ha señalado el presidente del banco, la totalidad de las acciones.

Sin embargo, Oliu ha advertido de que todo el proceso, y por tanto también el que afecta a las cuotas participativas, “está pendiente de la aprobación de Bruselas”.

El hecho no tendría la mayor importancia y sería una de las numerosas ruinas de una empresa o sociedad cotizada en Bolsa, si no estuviese implicada directamente y por primera vez en la historia una Caja de Ahorros española y los políticos. Empeñados en mantener a las Cajas de Ahorros en un estatus fuera de toda lógica en la que metían su “pezuña” y mangoneaban a sus anchas.

El valor de las llamadas Cuotas Participativas de la CAM dependerá del dictamen que emita la Unión Europea sobre el caso, pero el Banco de Sabadell ya ha puesto distancias y mucho nos tememos que su valor será poco mayor que cero euros. Si acaso se convertirán en derechos de subscripción preferente para aparentar que miran por los intereses de miles de inversores a los que les han tomado y bien tomado el pelo.

Resumiendo:

A día de hoy los inversores que han mantenido dichas “Cuotas Participativas” de una Entidad tan “segura” como una Caja de Ahorros acumulan unas pérdidas del – 77 % y no pueden vender en Bolsa sus participaciones cuyo valor real es mínimo o cercano a cero.

Y por si esto fuese poco, el Banco de Sabadell anuncia que cerrará 300 oficinas y que liquidará de una forma u otra a unos 1.200 empleados.

Si esto no es una clara y escandalosa manipulación para alterar el precio de las cosas, que venga Dios y lo vea.

La nada afortunada historia ha tenido cuatro tiempos al igual que el famoso baile francés llamado “Can-Can”:

1º) Colocación.

2º) Manipulación.

3º) Demolición.

4º) Suspensión.

Pero indudablemente este “Can-Can” de la CAM no ha sido tan divertido.

Saludos y suerte en las inversiones.