El amigo Juan, un buen muchacho, trabajador, muy responsable y dicharachero. Trabaja en un edificio muy alto, lleno de oficinas de abogados, arquitectos e inmobiliarias. La mayoría de los que trabajan allí no llega a los cuarenta años.
Siempre hay alguno que ha comprado acciones en bolsa y en poco tiempo le ha sacado un pastón. El amigo Juan siempre escuchando y pensando.
Juan tenía 30.000 euros a plazo fijo y le daban muy poco (eso pensaba él), así que cuando le cumplió el plazo no se lo pensó dos veces y se fue al banco donde lo tenía ingresado.
Juan lo pensó un momento y le dijo que quería invertir los 30.000 euros en esa empresa, que se llamaba RF MICRODEVICES, de ticker RFMD. Esto ocurría el 11 de febrero y le compraron 12.290 acciones de RFMD.
Juan cuando volvía a su apartamento todos los días miraba a ver cómo iban sus acciones, cada día iban bajando más y pensaba porqué se había metido en esos embrollos. Con lo tranquilo que vivía con su plazo fijo.
A finales de abril se dio la vuelta y comenzó a subir la empresa. Juan estaba feliz, a mitad de mayo tuvo un pequeño retroceso y Juan se asustó un poco porque no quería perder lo que iba ganado, así que el día 22 de mayo dio orden de venta con un beneficio del 8,57%.
El día 23 de mayo abre su ordenador para ver cuánto dinero tenía en su cuenta y no se lo creía, no llegaba a 30.000 euros. Los del banco se han equivocado, no puede ser, pensaba el amigo Juan, así que al día siguiente se fue al banco y les dijo que había un error en su cuenta, que faltaba dinero.
· 12.290 acciones a 3,50 = 43.015 dólares.
· Cambio euro-dólar a 1,4527.
· Hace 29.610 euros +30 euros de comisión… un gasto de 29.640 euros y un saldo en la cuenta de 360 euros.
Día 22 de mayo… orden de venta de RFMD
· 12.290 acciones a 3,80 = 46.702 dólares.
· Cambio euro-dólar a 1,5796.
· Hace 29.565 euros -30 euros de comisión… un abono de 29.535 euros que sumado a los 360 euros que tenía en la cuenta, queda un saldo de 29.895 euros.
Cogió el dinero y lo volvió a meter en un plazo fijo.
La conclusión que sacó de todo esto nuestro amigo Juan fue que había asistido a una clase de bolsa y le había costado 105 euros.