El amigo Juan, un buen muchacho, trabajador, muy responsable y dicharachero. Trabaja en un edificio muy alto, lleno de oficinas de abogados, arquitectos e inmobiliarias. La mayoría de los que trabajan allí no llega a los cuarenta años.

Juan no tiene problemas económicos para llegar a fin de mes. El apartamento en el que vive, se lo compraron sus padres cuando cumplió los treinta. Es hijo único.

En el trabajo a media mañana suelen bajar a tomar un café a una cafetería que hay en los bajos del edificio y allí se junta con amigos y colegas de otras oficinas. Como es costumbre hablan del tiempo, de futbol, de juergas que se han montado y de cómo va la economía del país.

Siempre hay alguno que ha comprado acciones en bolsa y en poco tiempo le ha sacado un pastón. El amigo Juan siempre escuchando y pensando.

Juan tenía 30.000 euros a plazo fijo y le daban muy poco (eso pensaba él), así que cuando le cumplió el plazo no se lo pensó dos veces y se fue al banco donde lo tenía ingresado.

Juan había escuchado que la bolsa española estaba de capa caída, que las oportunidades estaban ahora en EEUU, así que en el banco dijo que quería abrir una cuenta de valores y preguntó si sabían de algún valor que fuera a tener alguna subida. La chica que le atendía miró en su ordenador y le dijo que había una empresa del Nasdaq que la aconsejaban.

Juan lo pensó un momento y le dijo que quería invertir los 30.000 euros en esa empresa, que se llamaba RF MICRODEVICES, de ticker RFMD. Esto ocurría el 11 de febrero y le compraron 12.290 acciones de RFMD.

Juan cuando volvía a su apartamento todos los días miraba a ver cómo iban sus acciones, cada día iban bajando más y pensaba porqué se había metido en esos embrollos. Con lo tranquilo que vivía con su plazo fijo.

A finales de abril se dio la vuelta y comenzó a subir la empresa. Juan estaba feliz, a mitad de mayo tuvo un pequeño retroceso y Juan se asustó un poco porque no quería perder lo que iba ganado, así que el día 22 de mayo dio orden de venta con un beneficio del 8,57%.

Él también podía alardear de ganar dinero en la cafetería del edificio delante de sus amigos.

No estaba mal para un novato como él, en tres meses un dineral.

El día 23 de mayo abre su ordenador para ver cuánto dinero tenía en su cuenta y no se lo creía, no llegaba a 30.000 euros. Los del banco se han equivocado, no puede ser, pensaba el amigo Juan, así que al día siguiente se fue al banco y les dijo que había un error en su cuenta, que faltaba dinero.La chica que le atendió miró su pantalla y le dijo que todo estaba correcto, le volvió la pantalla para que él lo viera también y le dijo que había ocurrido lo siguiente: Día 11 de febrero… orden de compra de RFMD

·         12.290 acciones a 3,50 = 43.015 dólares.

·         Cambio euro-dólar a 1,4527.

·         Hace 29.610 euros +30 euros de comisión… un gasto de 29.640 euros y un saldo en la cuenta de 360 euros.


Día 22 de mayo… orden de venta de RFMD

·         12.290 acciones a 3,80 = 46.702 dólares.

·         Cambio euro-dólar a 1,5796.

·         Hace 29.565 euros  -30 euros de comisión… un abono de 29.535 euros que sumado a los 360 euros que tenía en la cuenta, queda un saldo de 29.895 euros.

Cogió el dinero y lo volvió a meter en un plazo fijo.

La conclusión que sacó de todo esto nuestro amigo Juan fue que había asistido a una clase de bolsa y le había costado 105 euros.