La semana que entra estará llena de indicadores económicos en los EE.UU. entre ellos, la estimación de Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre de este año (el consenso de analistas espera un aumento del 1%),  la encuesta de confianza del sector industrial nacional (ISM) (el consenso de analistas espera una caída, a niveles por debajo de 50 puntos) y ya en Agosto, el viernes, se publicará el dato de empleo de Julio, con unas previsiones, también negativas, de pérdida de empleo en torno a las 85.000 personas.

En España, en vez de indicadores, tendremos semana de resultados empresariales, con tres bluechips en la misma semana, BBVA y Santander, y Telefónica.  El mayor interés de estas cifras, más allá de de las ganancias esperadas para los dos grandes bancos, se centrará en la evolución de la morosidad.

Asistiremos pues a una semana que puede ser buena para la bolsa si el crudo se estabiliza en los niveles actuales y se puede producir un rebote si los resultados empresariales son mejores de los esperado, cosa que ya sucedió la semana pasada, pero recordemos que son sólo eso rebotes, puesto que el fondo del mercado sigue siendo bajista, y las variables económicas siguen siendo negativas, tanto por los problemas del sector bancario, como por la restricción de crédito así como la desaceleración mundial que ya se perfila y que es en parte la responsable de la bajada del crudo, al disminuir la demanda.

Semana ésta que comienza difícil para el inversor, que puede depararnos alguna alegría pero que será efímera. Aunque ya dice el refrán: “lo bueno si breve, dos veces bueno”.